martes, 5 de enero de 2010

CONTROL DE RIESGO DE LAS RELACIONES SEXUALES.


Tener relaciones sexuales sin protección causa un alto grado de diseminación del VIH. El riesgo mayor existe cuando la sangre o los fluidos sexuales entran en contacto con las áreas suaves y húmedas (membranas mucosas) del interior del recto, vagina, boca, nariz o de la punta del pene. Estas zonas pueden ser lastimadas fácilmente, lo que permite el acceso del VIH al interior del cuerpo.
Las relaciones vaginales o rectales sin protección son prácticas de alto riesgo. Los fluidos sexuales entran al cuerpo y cuando el pene del hombre es insertado, puede causar pequeños desgarros que facilitan la infección con el VIH. La persona receptora tiene mayores posibilidades de infectarse. El VIH también es capaz de ingresar por el pene, especialmente si éste entra en contacto con sangre o fluidos vaginales por largo tiempo o si existen heridas abiertas.
Algunos hombres creen que no pueden transmitir el VIH si retiran el pene antes de tener un orgasmo. Esto no es cierto ya que el VIH puede estar presente en el fluido que sale del pene antes del orgasmo.
Para disfrutar del sexo de forma plena es conveniente, primero, tener conocimientos acerca de cómo cuidarse, porque, como decía una publicidad, “cuidarse es quererse”. Existen varios métodos anticonceptivos, además del tan conocido condón, que resulta una buena opción cuando lo que no se quiere es la fecundación femenina. Pero hay que tener claro que ninguno es ciento por ciento seguro.

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